PRIMEROS PEDIDOS LLEVAN PÓSTER Y PARCHE.
«Guadalupe Plata» (2018) supone, en sus propias palabras, «un nuevo intento de ir más allá en nuestra cruzada de la involución y la idea de crear nuestro «Gris-Gris» particular. Para ello decidimos volver a profundizar en el sonido barreño, como bajo principal, una batería con pocos micros que pudiera sacar la mayor naturalidad al sonido y una guitarra enchufada al amplificador sin intermediarios ni nada que pudiera perturbar la paz del convento. Añadimos instrumentos nuevos en algunas canciones como la botella de anís, una bandurria destartalada y algún sonido de puertas viejas, con el fin de añadirle un tinte de la España profunda». Conviene destacar que todos estos elementos rústicos, una vieja guitarra Harmony con olor a incienso, botellas de anís, bandurrias, un barreño bajo omnipresente, una batería con sonido espectral, contrastaban enormemente con la gigantesca televisión de plasma a la que enchufaban la Nintendo Switch durante los descansos de la grabación.